Era mi mejor amigo,
mi sueño hecho realidad,
y mi mejor poesía.
Ahora ya no le puedo ver,
ni puedo oler su perfume,
y tampoco llenar su tintero de tinta.
A veces me siento vacía por dentro,
sin ganas de sonreír,
con una pluma sin tinta,
y mi corazón llora en silencio.
Los buenos recuerdos invaden mi mente,
mis labios susurran tu nombre en la oscuridad,
y mis ojos lloran tu ausencia.
Con él aprendí a caminar en este universo de poemas,
bajo la luz de la Luna,
y el brillo de las estrellas.
Ahora camino sola,
pero te sueño despierta,
te colmo de besos mientras duermo,
y vuelo hacía ti con mis propias alas.
Cada amanecer es negro,
triste,
silencioso,
y melancólico.
Y es que sé que sin él no soy nada,
porque él es el pilar de mi vida,
mi mayor felicidad,
mi mejor sonrisa,
y lo que nunca olvidaré.